A veces te busco desesperada, y es que solo tu me entiendes y comprendes,
me dejas a la deriva de las palabras, jugando a ordenarlas y decorarlas,
hasta que el desahoga de mi alma cesa, hasta que mi mente se vacía y ve diferente la vida.
Me drogo con la dulzura de tu presencia, rendida ante tus margenes vuelo sin alas a otra dimensión,
para así poder soñar despierta, poder reír llorando y alcanzar el cielo si me dejas.
Tu me acoges en la soledad, arropándome sin mas, hasta que dejo de tiritar de dolor,
hasta que mis miedos cogen temor y huyen por las ventanas de las habitaciones.
Confieso que ante ti soy mas humilde, soy mas sincera,
soy yo sin capas de acero ni mascaras de hierro,
me confieso sin temores, me rindo ante situaciones
y me levanto por otras sensaciones.
Corazón de Papel